Lidia

Siempre me ha apasionado ayudar y acompañar a las personas, por éste motivo trabajo en el mundo social desde hace casi diez años, a través de voluntariados y diferentes proyectos sociales.

Desde hace tres años estoy más enfocada en el mundo energético, donde soy facilitadora y realizo sesiones de transmisión energética y de activación de la kundalini. Durante éste camino, donde las casualidades no existen, tuve mi primera experiencia con el masaje Tantra. Ésta sesión fue un antes y después en mi vida, experimenté el continuo estado de presencia, sintiendo amor incondicional, libertad, paz, placer, orgasmos energéticos,  expansión de conciencia, desbloqueos emocionales,…

Desde entonces, después de haberme formado y trabajado en Italia, Barcelona y ahora Madrid, sentí que mi propósito sería compartir esta práctica, porque pienso que todas las personas del mundo deberían experimentarlo y sentirlo al menos una vez en la vida. Así sería posible poder difundirlo y aportar mi granito de arena para que las personas sientan su cuerpo físico, emocional y energético de una manera totalmente diversa. Llegando a transformar tu vida mientras re-conectas con tu Ser, con tu Alma

Mario

Después de más de 20 años de experiencia en el mundo del masaje, sólo puedo decir que amo mi trabajo.  Formándome en Daylo plas, una de las más prestigiosas escuelas de Argentina, continué aprendiendo diversas técnicas capaces de aportar a las personas que acudían a mí el bienestar físico y energético que buscaban.

Mi necesidad de continuar aportando a los demás me llevó a contactar con maestros formadores de masaje Californiano de la Escuela Oasis en Buenos Aires, donde encontré el canal perfecto para aunar todas las experiencias necesarias para aportar no sólo relax y procesos de elongación y bienestar, sino convertir además el Masaje Global Integrativo en el canal necesario para que mis clientes alcancen un estado de conexión energética que les lleve a su propio buen lugar.

Es por eso que entrego y dedico todo de mí en cada sesión, cada paciente merece su momento único y vivir siempre una experiencia irrepetible.